«LA MADRE DE GEORGE», de Stephen Crane.

La novela <<«La madre de George»>>, publicada en 1896, sin buena acogida por atacar la moral, dibuja el barrio bajo de Manhattan conocido como El Bowery, en Nueva York, y las personas sencillas que lo habitan, con aspiraciones sociales pero sin posibilidades de ascenso. Trabajadores con fiambreras, calles poco iluminadas y edificios desvencijados y paredes descascarilladas, con malos olores y la suciedad atrapándolo todo. En uno de esos edificios vive el protagonista George con su madre y su vecina Maggie protagonista de otra novela inolvidable de Stephen Crane:<<«Maggie, una chica de la calle»>, (1893).

George Kelcey trabaja en una tienda sin que sepamos qué productos ofrece, y su madre está obsesionada por ver a su hijo en los oficios religiosos. La novela nos atrae por esa relación y el modo de desenvolverse los vecinos del edificio y los de ese barrio de escombros y pensiones oscuras. Todo va bien hasta ese momento de frustración de George al ver como un engalanado Pete, el famoso barman que también aparece en la novela <<«Maggie, una chica de la calle»>> le pregunta por Maggie. A partir de ese momento todas las ilusiones del joven comerciante se vienen abajo, nada puede hacer ante ese dandi, su mundo parece hundirse y el carácter se agria y casi enloquece: <«Ahora se da cuenta de que el universo lo odiaba»>>. La angustia de la madre de George por el cambio brusco de su hijo, y el deseo persistente por doblegarlo y alejarlo de las copas con los amigos marcará los días y las noches hasta el desenlace final de la historia. Serán esos cambios de humor, los afectos dañados por la convivencia, las conductas persistentes y los deseos contrapuestos los que finalmente arrastren, a madre e hijo, al derrumbe total.

Con mano maestra se cumple lo que Howell, el famoso crítico de la época, escribió con acierto sobre el autor Stephen Crane :<<» Lo maravilloso es la valentía con que trata a las personas enteramente corrientes, y la dignidad, la belleza que les otorga el arte»>>. Por eso estamos aquí. No nos interesa nada lo que ocurre entre una madre y su hijo, y será la manera de contarlo, la poesía que aromatiza los ambientes, lo que finalmente obre el milagro: acercarnos a la casa de los protagonistas y observarlos.

Stephen Crane es para muchos <<«el padre del naturalismo norteamericano«>>. Nació Newark, Nueva Jersey, 1871, y murió en Badenweiler, Alemania, 1900 , por tuberculosis con veintiocho años. Está enterrado en el cementerio de Evergreen (Nueva Jersey). Posiblemente el escritor que mejor supo ver los bajos fondos de Manhattan. Periodista, reportero de guerra, y escritor inolvidable. Autor de <<«La roja insignia del valor»>>, <<Historia de Nueva York»>>, <<El hotel azul»>>, <<«El bote abierto»>> y su libro de poesía <<«Los jinetes negros»>>. <«La llama inmortal de Stephen Crane«>> publicada recientemente es la biografía que mejor retrata al hombre y su mundo de pasiones y de amor por la vida. La capacidad para la crítica de Auster ilumina la biografía.

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